La "fórmula mágica" que vence al mercado
¿Existe una fórmula mágica que te haga batir al S&P 500? Según Joel Greenblatt, él la tiene. No solo eso, sino que la ha hecho pública.
Imagino que habrás llegado a esta lectura por el título tan llamativo que tiene. Podría decirte que es “clickbait” y que no existe una fórmula mágica que te haga ganar dinero en bolsa, pero lo siento, esta vez no va a ser así. Y no lo digo yo, de hecho yo no tengo una fórmula mágica que me haga batir al mercado año tras año, sin fallar. Ahora bien, conozco a una persona que sí que la tiene (o al menos dice tenerla), y lo más gracioso es que funciona. Esta persona es Joel Greenblatt.
Si hasta aquí no me crees o no te interesa, entiendo que no quieras perder el tiempo leyendo el siguiente artículo. Eres libre de marcharte. Ahora bien, si estás interesado o eres igual de curioso que fui yo cuando conocí esta historia, empezamos.
Antes de destaparte el secreto de la fórmula (sé que has venido por eso), déjame ponerte un poco en contexto.
Joel Greenblatt
Joel Greenblatt fue un chico de New York, nacido en 1957, de mente privilegiada desde joven, ya que sus notas reflejaban la capacidad que tenía el pequeño Joel para los estudios. Tuvo la típica carrera estudiantil donde sales del Bachillerato y llegas a la Universidad. Greenblatt decidió decantarse por el derecho y las leyes. Un año más tarde acabaría dejando la Universidad para dedicarse a su gran proyecto personal (hasta aquí no hay nada que no puedas encontrar en Internet. Dejémonos de relleno y entremos en quién es Joel Greenblatt como inversor).
Tras dejar la carrera, en 1985, fundó su hedge fund Gotham Capital. Junto a Michael Miken (otro personaje curioso del que no voy a hablar en este artículo), el fondo comenzó con un total de 7 millones de dólares. A medida que se fue desarrollando el fondo, Joel Greenblatt fue demostrando las altas capacidades que tenía para la inversión, devolviendo retornos netos de comisiones a los partícipes del 30% durante los primeros años. El fondo en cuestión funcionó muy bien debido a la capacidad que tenía Joel para aprovechar situaciones puntuales, para entrar y moverse de manera rápida y para generar beneficios y marcharse (casos de inversión como Marvel Entertainment, Groupe Danone o DuPont).
No fue hasta 1995, que Joel Greenblatt decidió devolver todo su capital a los accionistas externos y seguir trabajando en el fondo, pero esta vez con el fondo cerrado hasta 2009. Además, creó la consultoría Gotham Asset Management donde ofrece todo tipo de ETFs, fondos y productos financieros.
Paralelamente a la inversión, Joel Greenblatt también se dedicó a la docencia. Este era profesor del MBA de la Universidad de Columbia, donde escogía a sus mejores alumnos para trabajar con ellos y perfeccionar sus prácticas de inversión o hacer estudios e investigaciones relacionadas con la inversión y el mercado de valores. Fue como muestra de generosidad hacia el aprendizaje que en 1999, Greenblatt abrió una página web llamada Value Investors Club (échale un vistazo, pocas páginas de valor y gratuitas, conozco como esta. De nada).
Por si fuera poco, también es escritor de libros. Concretamente de cuatro libros: Tú también puedes ser un genio de la bolsa, El pequeño libro que aún vence al mercado, The big secret for small investor y El pequeño libro que bate al mercado (No te lo voy a negar, me hubiera gustado ver tu cara cuando has visto el precio de este último libro).
Y ahora si, la fórmula
Después de conocer que existe una fórmula y quién es el superinversor que se esconde detrás de esta “fórmula mágica”, sin hacerte sufrir más, vamos al grano.
Si estás esperando una superecuación llena de números raros, figuras griegas y símbolos mesopotámicos, estas complemente fuera de lugar. La formula que presenta Joel Greenblatt para batir al mercado es bastante sencilla:
Busca empresas con: Alto retorno sobre el capital invertido (ROIC) + Altos rendimientos de beneficios antes de impuestos + Precio atractivo (paciencia).
Como podemos observar, parecen un par de operaciones sencillas, pero ¿qué se esconde realmente detrás de esta fórmula? (no apliques algo que no entiendas, vas a perder dinero en el 99% de los casos).
La fórmula mágica no consiste como tal en la aplicación de estas operaciones y observar cómo de bueno es un negocio. Va más allá. Esta coge entre 30 y 50 acciones con mejor ROIC en relación con el rendimiento de beneficios y las clasifica de la siguiente manera:
A las empresas con mayor ROIC les da una posición más alta en la lista que las que tienen peor ROIC (la mejor la posición 1, a la segunda mejor la posición 2… hasta la 30 o 50 con el peor ROIC). Hay que tener en cuenta que estas empresas son las 30 o 50 empresas con mejor ROIC seleccionadas, es decir, ya han pasado un primer filtro.
A las empresas con mejor rendimiento de beneficios las clasifica (independientemente de su ROIC) en posiciones del 1 al 30 o 50 de igual forma que ha hecho en el punto anterior.
De esta manera, obtenemos 2 tablas con las mismas empresas pero clasificadas de dos maneras distintas. El siguiente paso que toma la fórmula es posicionar a estas empresas haciendo la suma de la posición de las dos tablas. Generando una única tabla final.
Punto clave a tener en cuenta: Una empresa que sea la posición 1 en ROIC pero 30 en beneficios, en la tabla final se encontrará más abajo que la empresa 10 en ROIC y 10 en beneficios.
Ahora bien, ¿cómo compramos estas acciones? ¿Todas de golpe? Joel Greenblatt aconseja que durante el primer año en el que estamos conformando por primera vez la cartera es el año más dócil, ya que vamos a tener que estar comprando acciones durante los primeros 7 meses del año. Vamos a comprar cada mes entre 3 y 7 acciones, hasta llegar a las 30 o 50 acciones. Esto nos va a facilitar la entrada en algunas acciones y hasta aprovechar momentos en los que la compañía se encuentra barata (acuérdate que el precio atractivo es otro punto más de la fórmula).
Pero la estrategia no termina aquí. Una vez que hemos conformado la cartera, vamos a ir vendiendo las posiciones a medida que vayan celebrando el año en cartera (de esta manera no rotamos toda la cartera de golpe, de ahí comprar el primer año de manera progresiva), y vamos a ir añadiendo las nuevas posiciones del nuevo portafolio de la fórmula mágica.
Ahora pensarás: Muy bien, y ¿tengo que analizar todo el mercado para obtener una lista y luego hacer las clasificaciones para finalmente rotarlas al año? No te preocupes, para eso nuestro amigo Joel ha dejado la siguiente página donde te genera directamente la tabla final en función de la capitalización de mercado que desees: Fórmula Mágica.
Cuidado, no todo es tan bonito como parece. Joel Greenblatt lo define de manera muy clara: esta fórmula solo sirve cuando aplicas dos actitudes de manera muy estricta y disciplinada.
Necesitas creer en la fórmula como si de tu religión se tratase. No cuestiones, solo actúa.
Aplica esta como fórmula mínimo durante 7 años. Es una estrategia pensada a largo plazo. Puedes ver cómo durante 3 años tienes pérdidas u obtienes resultados mediocres. No importa, recuerda el punto 1. Pasados 7 años o más, recoge tu dinero y manda un correo a Gotham Asset Management dándoles las gracias.
Consejo para aquellos inversores a los que le gusta seleccionar acciones: Si no te vas a ceñir a seguir la fórmula (te entiendo, puede parecer un poco caótico al principio. De hecho yo no la aplico, pero me parece interesante estudiarla y conocer los fundamentos que se esconden detrás de esta), selecciona las 10 primeras acciones que se encuentran la tabla final, estúdialas y escoge aquellas que encajen en tu estilo de inversión. A pesar de que estén dentro de la fórmula mágica, son empresas que han sido seleccionadas por dos filtros con un buen retorno sobre el capital invertido y rendimientos sobre beneficios, no son Just Brocoli de Jimbo (Si has leído los libros de Greenblatt sabrás de qué hablo). En definitiva, usa la fórmula a modo de screener.
Rendimientos de la fórmula
Una vez que has entendido cuáles son los patrones de la fórmula, en qué consiste, cómo puedes aplicarla y que Just Brócoli no parece ser una buena empresa, vamos a ver cómo se ha comportado esta a lo largo del tiempo.
Según un estudio (pincha en la palabra estudio para verlo completo) realizado por la Norweigan School of Economics, la fórmula ha dado unos retornos desde 2003 a 2022 del 21,5% CAGR (es decir, superior a la media del mercado. Rendimientos muy llamativos), lo que de estos rendimientos habría que contar con los costes de transacción (apunte: usa brokers de bajo coste si no quieres que las comisiones se coman tus beneficios).
Ahora bien, observa la relación que se encuentra entre el riesgo y el beneficio de usar la fórmula en comparación con el índice de la bolsa de Oslo.
Si concluimos, podemos decir que al comparar el resultado obtenido con la Fómula Mágica y el resultado del Índice de la Bolsa de Oslo, en el mismo período de tiempo, hemos obtenido menor rentabilidad en el Índice que con la Fórmula, en relación al riesgo asumido.
Pero eso no es todo. Mira los resultados obtenidos si hubieras seguido la fórmula desde el año 1988 hasta el 2004.
Hubieras obtenido el doble que la media del mercado y el S&P 500. De hecho, en estos 17 años, hubieras obtenido únicamente un solo año (2002) en negativo. El resto hubieran sido todo alegrías y beneficios (Créeme, necesitas mucha suerte para obtener estos resultados tan calmados. A pesar de que la fórmula reaccione muy bien a largo plazo, es difícil obtener solamente un año en negativo. Lo normal es tener hasta 3 años e incluso tenerlos seguidos).
Y de cara al futuro, ¿qué tal? Sinceramente, no lo sé, si tuviera una bola de cristal no estaría escribiendo este artículo y estaría comprando acciones, negociando con los bancos para tener préstamos y apalancamiento y seguramente me encadenaría en una silla hasta recoger el dinero. La fórmula mágica se basa en resultados pasados, no tiene en cuenta los resultados futuros o las estimaciones, pero salvo una catástrofe, las empresas no cambian de un día para otro sin motivo alguno (de ahí la importancia de ponderar). A medida que una empresa vaya haciendo las cosas mal, va a ir cayendo en la tabla de la Fórmula Mágica hasta ser expulsada por aquellas que lo hacen mejor.
Ahora bien, vayamos al presente, es decir, lo que tenemos delante hoy: En frente tenemos un puñado de empresas, con unos altos ROIC y clasificados en relación con el rendimiento de los beneficios. También tenemos una trayectoria pasada donde la empresa ha respondido correctamente y ha hecho que entre en esta lista. Estas empresas no han formado parte de esta lista de un día para otro, así como tampoco se van a marchar de un día para otro. Haciendo referencia a nuestro querido Warren Buffett y su teoría sobre las empresas de calidad, estas empresas muy seguramente posean un buen foso defensivo o moat. Son empresas que es difícil robarles cuota de mercado, que tienen una buena posición competitiva y que con el tiempo la pueden ir perdiendo, pero es complicado (y para cuando lo hagan, tranquilo, probablemente estén fuera de la tabla de la Fórmula Mágica).
Conclusión
Sé que algunos lectores bajan directamente hasta este apartado para ir al grano, ver qué opino y con suerte luego leen el artículo. Si eres de estos no pierdas el tiempo, mis conclusiones no son tan importantes como el conocimiento compartido anteriormente. Aprende, genera tus propias conclusiones y si eso luego lees las mías. Ahora si, conclusiones.
No puedo negar que en ciertos aspectos me he influenciado fuertemente por Joel Greenblatt. De hecho, podrás apreciar que la forma que tengo de escribir es muy parecida a la que él usa en sus libros. Leerlos me ha hecho aprender mucho de su forma de ser, de su forma de invertir, de su forma de escribir e incluso me he reído con muchos de sus comentarios en algunos de sus capítulos. Aun así, como buen inversor, yo también me genero mis propias conclusiones.
Dejando sentimientos a un lado, la fórmula mágica queda demostrada que funciona correctamente para aquellos inversores que tiene un estómago de hierro, que entienden lo que hacen y dejan correr el tiempo a su favor sin importar qué ocurrirá en el exterior.
En mi situación concreta, yo no aplico esta fórmula en mi estilo de inversión (creo que le restaría romanticismo a la selección de acciones, perder dinero, sufrir en las caídas y esperar a que el mercado te dé la razón, si es que algún día la tienes). Me gusta enamorarme de las historias que se esconden tras cada empresa, extraer mis propias predicciones, mis propias conclusiones, generar mis valoraciones y esperar. No me gusta copiar una fórmula o una tabla y esperar a que el caballo ganador me diga que puedo recoger mi dinero (lo sé, soy masoca).
De hecho, una de las cosas que me genera dificultades a la hora de aplicar esta fórmula es el hecho de tener que estar gestionando de manera anual la venta y compra de nuevas acciones, sin entender qué hay detrás de cada empresa y con un sistema tributario midiendo cada céntimo que muevo o justificando cada movimiento.
¿Yo uso la fórmula mágica? Obviamente que la uso. No la aplico, pero sí la uso. Creo que es una estrategia que genera muy buenos retornos a quienes la aplican, y las empresas que aparecen en ella son de alta calidad y han pasado unos filtros previos definidos. De esta manera, cuando voy de caza en busca de una buena empresa o de una historia que me conmueva y me despierte la curiosidad de indagar (imagen mental: un beagle en medio del bosque en busca de un olor de comida fresca después de tres días sin comer), recurro a la fórmula mágica para encontrar pequeñas joyas que el mercado ha pasado por alto y se encuentran entre las 10 primeras posiciones de la tabla.
Te invito a que realices esta actividad. Si no vas a aplicar la fórmula al pie de la letra, úsala como screener. Así he obtenido yo muy buenas empresas que hasta a mí (un pequeño beagle hambriento) se me han pasado por alto.
Vuelvo a la cueva a reflexionar y analizar los misterios del mercado. Nos vemos en la próxima entrega de Hermit Investor.
Gerard Martínez
Muchas gracias por leer el artículo. Agradecería que compartieras este escrito con algún familiar, amigo o conocido inversor si el contenido ha sido de tu interés y crees que le podría ayudar.
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