Introducción a la lectura
Este escrito va a consistir de 2 partes, divididas en dos artículos:
Parte 1. Inversor. Ciclo emocional. Vas a entender cuál es el ciclo emocional que sufre un inversor, durante varias ocasiones, en su carrera en los mercados. Quiero que entiendas qué lleva al inversor a vender o comprar una acción y que estés listo para aprovechar oportunidades únicas que surgen gracias al ciclo emocional.
Parte 2. Mercado. Ciclos de mercado. Conoce cuáles son las fases por las que pasa el mercado, así como qué precauciones tomar, a qué se deben y cuánto duran. Reconoce en qué fase nos encontramos a lo largo del ciclo para reforzar tu psicología y tu disciplina como inversor.
Parte 1. Inversor. Ciclo emocional.
Cuando te sumerges en el mundo de la inversión, concretamente en el mercado de valores, comienzas a buscar referentes, libros que leer, filosofías de inversión y teorías místicas que te den esa llave que te haga ser del club del 1% (No te engañes, todos hemos pasado por eso).
Sin embargo, la bolsa es mucho más simple que esto y a la vez mucho más complejo, depende de qué lado estés. Lo que está claro es que hay unos conceptos básicos que debes entender si quieres empezar a forjar una personalidad inversora, un estómago de hierro o simplemente dormir en paz.
Este artículo no va destinado únicamente para aquellas personas que han empezado hace poco a invertir, también va para aquellos expertos que surcan la bolsa con años en la espalda. Seguramente encuentres recursos y contenido completamente nuevos que te van a ayudar no solo a mejorar tus conocimientos como inversor, también te van a volver a poner los pies en la tierra y a entender la situación de mercado actual, que no es nada sencilla.
Si crees saberlo todo y piensas que no vas a encontrar nada nuevo (apuesto a que estás equivocado), te invito a que termines aquí la lectura. No quiero hacerte perder el tiempo. Ahora bien, si quieres profundizar más acerca del mercado, entender los cambios de humor del famoso Mr. Market y sacar tus propias conclusiones, simplemente reflexionando sobre lo que acabas de leer, este es tu lugar.
Sin más dilación, empezamos.
Antes de que entremos en contenidos más teóricos y profundos quiero que entiendas que la bolsa no es más que un juego de oferta y demanda. El número de acciones en circulación sobre el parquet es definido y si te haces con una acción es porque ha habido alguien que se ha deshecho de ella. Entendiendo este principio básico, quiero que ahora pienses. Si el número de acciones es estable y limitado y hay muchas personas vendiendo, para que el precio de la acción no se desestabilice tiene que haber muchas personas comprando. Ahora bien, ¿qué pasa si hay muchas personas vendiendo, pero hay menos personas comprando? Echemos mano a la ley de la oferta y la demanda.
Cuando la oferta (venta de la acción) es realmente excesiva, y la demanda (compra de la acción) es menor, se genera una guerra entre vendedores para hacerse con la poca demanda que existe en el juego. ¿De qué manera puede un competidor llevarse a toda la demanda? Con unos precios más bajos que su competencia. Y es así, como el precio de una acción cae o viceversa, sube.
Volvamos al tema fundamental de este escrito. ¿Por qué debería de haber mucha gente vendiendo a la vez?, ¿Quizás por miedo a lo que han escuchado en el televisor? o ¿Porque saben cosas que el resto no sabemos y se quieren deshacer de la acción?, o mejor todavía, ¿Será porque su cuñado, todo un maestro del mercado de valores, les ha recomendado la venta de una compañía? La respuesta es muy sencilla: Fe.
Nadie puede predecir qué va a ocurrir en el mercado. Nadie tiene una bola de cristal, por mucho que leas que grandes inversores han predicho qué iba a ocurrir en momentos puntuales (te invito a que veas la película de La Gran Apuesta).
Recapitulemos: Sabemos que la bolsa se mueve por oferta y demanda y que las personas que regulan esta oferta y demanda están sesgadas por la fe y la convicción, es decir, emociones.
Conclusión: El mercado se mueve por emociones (lo sé, hemos tardado hasta llegar a esta conclusión, pero quiero que entiendas el razonamiento que hay detrás de esta y no vayas repitiendo como un loro las frases que has leído de los grandes y famosos libros que todos conocemos).
Para que sea mucho más ameno, vamos a personificar al mercado llamándole Mr. Market. El nombre no se lo he puesto yo. Benjamin Graham además de ser todo un genio de la bolsa, también era un genio creativo poniendo nombres.
Mr. Market, según lo decribe Graham en su libro El Inversor Inteligente, es un chiflado, con cambios de humor repentinos y muy frágil a los cambios, que cada día va a picar a tu puerta para venderte más acciones y dispuesto a comprar las tuyas. Ahora bien, el precio va a ser exactamente el mismo en sus ventas que en sus compras y la última palabra la tienes tú. Si decides cerrarle la puerta, mañana va a volver, pero el precio de las acciones va a ser distinto al de hoy. Como has leído anteriormente, Mr. Market tiene unos cambios de humor muy bruscos, con lo que va a haber días en que te va a ofrecer unos precios muy altos porque está contento, pero va a haber días en los que va a estar muy pesimista y los precios van a ser muy bajos.
Espóiler: Por muy irracional que parezca Mr.Market en el corto plazo, a largo plazo es la persona más racional que pueda tocar a la puerta de tu casa para negociar acciones.
Bien, pues ahora piensa que el mercado de valores está conformado por muchos Mr. Markets, donde detrás de cada movimiento hay una persona con un estado emocional igual o distinto al tuyo. Deberás de aprovechar estas ineficiencias emocionales para hacerte con las empresas que deseas a precios muy bajos para venderlas a precios muy altos.
Ahora vamos a entrar más en detalle en esta situación. Las emociones de Mr. Market no son aleatorias, existe un ciclo emocional que las justifican y casualmente van ligadas al ciclo económico (por esto esta publicación consta de 2 partes).
Si te fijas, es un ciclo infinito y que se repite. Nunca para. No te voy a definir cada una de las emociones, pero quiero que veas y entiendas cómo es la transformación desde la parte más alta del ciclo a la parte más baja de este.
Lee la siguiente cita y vuelve a mirar el gráfico. No sigas leyendo hasta que hayas reflexionado.
Hay que ser codicioso cuando los demás son miedosos y miedoso cuando los demás tienen los ojos inyectados de codicia - Warren Buffett.
Imagino que si estás leyendo esto es porque ya has llegado a la conclusión de cuándo hay que vender y cuándo hay que comprar. Muy probablemente también habrás identificado algunas de tus emociones en algún momento puntual donde has vendido por desesperación o has comprado por euforia. Pues déjame decirte que es en todas y cada una de estas situaciones donde debes de ser disciplinado y alejarte del ruido ajeno (ventajas de un ermitaño y vivir en una cueva).
Hay una frase que me encanta que dice que “el bueno no es tan bueno, ni el malo es tan malo”. Pensemos en la frase. Cuando nos sentimos eufóricos con una acción, vemos que la estamos sacando del estadio y nos creemos invencibles y listos para entrar en las grandes ligas. Ahora bien, cuando esta misma acción no levanta cabeza, lleva muchos años en el valle y cuando se mueve es para bajar, nos creemos que realmente invertir no es lo nuestro, que hasta una cuenta bancaria generaría más retorno que tú en 10 años y que lo mejor es darse de baja en el bróker que usas.
Es en los extremos cuando más debemos cuestionarnos las cosas, controlar las emociones, poner los pies en la tierra y ser sinceros con nosotros mismos. ¿Realmente esta empresa vale lo que estoy pagando a día de hoy?
Sobre todo recuerda lo que Bill Ackman resalta con mucha claridad y homenajeando a Graham: Si estás seguro de la calidad de las empresas que posees, la gente escuchará más música el próximo año que este año. Sabes que te irá bien.
Y si todavía no has entendido el mensaje, crees que eres débil para sufrir la volatilidad, no encuentras una cueva de la que huir del ruido de mercado, déjame decirte una cosa: Siempre va a haber razones para vender.
Y es por todos y cada uno de estos motivos por los que debes alejarte del ruido. Si hubieras desistido en alguno de estos puntos, no hubieras obtenido los resultados mostrados en la imagen. Ahora que ves el final de la película, todo es muy bonito y obvio, pero a medida que la película iba transcurriendo, muchos espectadores huían corriendo de la sala del cine.
Para concluir esta primera parte, sobre los ciclos, y para cerrar el escrito sobre el ciclo emocional, me gustaría que dedicaras unos minutos a escuchar a Terry Smith. Este no solo te va a hacer reflexionar desde otra perspectiva sobre lo que acabas de leer (dale vueltas a la historia del gorila invisible. Quizás hoy no lo entiendas, pero quién sabe mañana), te va a dar la respuesta a todos tus problemas emocionales en bolsa y hasta va a hacer que no pierdas dinero.
Creo que ha sido suficiente para terminar esta primera parte del escrito. Espero que hayas entendido cómo afectan las emociones al inversor, así como que detectes cada una de ellas cuando surjan.
Te invito a que realices la siguiente actividad: reúne todas las empresas que componen tu cartera en una sola imagen e imagina que mañana las liquidas todas con un total de 0 euros de beneficios (vamos, las gallinas que entran por las que salen). Te doy la opción de volver a componer la misma cartera y quiero que seas sincero contigo mismo: ¿volverías a comprar todas y cada una de las acciones que la componen? Si la respuesta es negativa, ya tienes tarea. Elimina aquellas acciones que no volverías a comprar, ya que estas son las que van a hacer de tus emociones una montaña rusa el día en que la volatilidad aflore (recuerda la convicción de la que hablaba Bill Ackman).
Vuelvo a la cueva a reflexionar y analizar los misterios del mercado. Nos vemos en la próxima entrega de Hermit Investor.
Gerard Martínez
Muchas gracias por leer el artículo. Agradecería que compartieras este escrito con algún familiar, amigo o conocido inversor si el contenido ha sido de tu interés y crees que le podría ayudar.
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